House of cards, o podríamos llamarla por su crudeza, el lado oscuro de la política, como reza el título del artículo. Es una serie de Netflix del año 2013 y creada por la BBC. Para quien no tenga consciencia de esta, la trama se basa en el ascenso dentro de la casa blanca de uno de sus políticos, usando todo tipo de maquinaciones y delitos de cualquier índole y gravedad.
Las principales caras visibles son Kevin Spacey (después comentaremos que sucedió con él) y Robin Wright. Consta de 6 temporadas, con 13 episodios por tanda, de una duración media de 50 minutos. Está considerada una de las grandes series de los últimos 20 años, teniendo en su poder varios premios Emmy, tanto la serie como sus principales actores.
¿Por qué debería ver esta serie?
Como siempre, la recomendación se basa en un gusto muy personal, y en este caso más aún, porque no es una serie que pueda gustar a todos los públicos. Si te atrae la política, esta es tu serie, si te gustan los thrillers, esta es tu serie. Muestra una perspectiva ácida del poder y la corrupción en todos sus estamentos. Hace que te replantees tu modo de ver a los mandatarios de tu país. Pensarás si es posible llevar a cabo tales barbaridades con tal de progresar (ya te digo, que me lo creo absolutamente todo). Si nos alejamos del tema político, también es una serie 100 por 100 recomendable, dada la intriga que impone en cada capítulo, y dejándote con la miel en los labios en cada final al estilo “Lost”.
Las actuaciones, de 10, poco que decir de los principales actores (estrellas consagradas). Aún así, no todo van a ser vítores y aplausos, la serie va perdiendo fuelle poco a poco, repitiendo la trama constantemente. Para ser honestos, la última temporada ni la he visto, pero eso no le quita ni un gramo de calidad a todo lo emitido desde un principio.
Escándalos que salpicaron la serie House of cards
En la sexta temporada, Netflix decidió despedir al protagonista Kevin Spacey, pagando 40 millones de dólares por su finiquito. Este hecho se debió a las múltiples denuncias por acoso que recibió el actor, así como delitos mucho más graves (que no mencionaré). Debido a estos sucesos, la última temporada que ya estaba grabándose, tuvo que cambiar por completo, reescribiendo el guion a toda mecha. Está claro que los contratiempos y las prisas hicieron que esta última tanda de episodios bajase considerablemente la calidad.